De liberal a izquierdista: los nuevos caminos de Alberto
Y un día volvieron. Y el caudillo dijo: “expropien”, y se expropió nomas. Vicentín es la sexta empresa del país en materia de aceites, granos, vinos y otras yerbas, lo que convierte esta expropiación en algo más que una anécdota.
Ahora se vienen los juicios de los dueños de Vicentin, y si bien es importante por el perjuicio que nos va a traer a todos, no por eso deja de ser importante está decisión en relación a las reglas del juego que todos los ciudadanos de bien esperamos. Si el estado se mete con lo tuyo y te saca de un plumazo lo que te pertenece no es estado, es un ladrón. Se pudo tomar otro camino para resolver el problema de esta empresa, pero la voracidad del maoismo capitalista k es quedarse con todo para ellos.
Joni y Feinmann son claros, una cosa es en EEUU donde las empresas se salvan por cuestiones estratégicas, pero siempre vuelven al mercado, y otro es Argentina, en donde estas decisiones terminan generando una caja negra para la política y buenos negocios, en este caso, para los k.
Ya se llevaron todo, ahora vienen por más. El miedo de la mayoría es que lo de Vicentin sea la punta de lanza para estatizar todo el comercio de granos e intervenir expropiando empresas privadas en otros rubros. La realidad es que la democracia y la propiedad privada están en riesgo. Que evitaría que mañana se queden con tu casa, que compraste con mucho esfuerzo, para darsela a los mapuches, a los planeros o a cualquiera que asegure mantenerlos en el poder.
Lo más gracioso que está expropiación la pagamos entre todos, vos y yo, pero las ganancias se la llevan la kretina y Máximo “playstation” Kirchner. Si Venezuela estaba cerca, Ruanda está a la vuelta de la esquina. Mientras tanto, vos seguí en casa, mira a Tinelli (otra subsidiaria k) y no te quejes porque te ciberpatrullan y te acusan de traición a la patria.