El verso del estado presente parece que solo es para los amigos, porque a las provincias que no son de la coalición gobernante no les pasa ni bolilla, es más, los dejan solos con todos los quilombos, y el presidente se la pasa atajando penales en la costa.
Hay que recordar que cuando el incendio fue en Chubut el propio presidente fue a pasear en helicóptero para mostrarse y mostrar la presencia del estado, pero en Corrientes no tienen ni noticias del títere, casi igual que el represntante de “Cachito”, la inmortal canción de León Gieco.
Nadie ve al títere, ni a Cabandié, el inefable ministro de ambiente del desgobierno. Corrientes está sola y en el frente de chorros se enojan porque el gobernador recibió ayuda de Bolsonaro y pidió a los yankis que le den una mano. El estado argentino es un estado ausente, o mejor dicho, es un estado partidario que no está al servicio de los ciudadanos, sino de una casta política que lo utiliza con fines meramente personales.
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