Se ve que a los planeros se les acabó la guita que les dieron en diciembre e inauguraron oficialmente la temporada 2022 de cortes de calle en la ciudad. Los que laburamos cada mañana pensamos que por fin con tanta dádiva estatal no necesitaban marchar más, pero al parecer sus dirigentes ya volvieron de sus exclusivas vacaciones en islas caribeñas y ahora vuelta a “laburar” jodiendo al prójimo.
Los piquetes, el otro flagelo argentino además de la inflación, la deuda y los políticos. Numerosos cortes de organizaciones como barrios de pie y otros zurdos vagos van a ir a romper los quinotos al ministerio de desarrollo social para empezar a pedir planes, alimentos y “trabajo genuino”.
Así que si alguno pensaba seguir laburando tranquilo en el centro debe hacer el duelo y saber que los planeros volvieron a tomar las calles para evitar que el que labura pueda hacerlo. Tienen la máxima que si ellos no labura no lo haga nadie.
Ya son una postal del centro argentino, como el obelisco, la 9 de Julio o el Teatro Colón. Por desgracia no son una postal agradable a la vista y amigable con el entorno, sino que son la postal de un país en decadencia, gobernado por piratas y tiranizado por organizaciones sociales que hacen un culto de la vagancia.
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