El viernes Mínimo K decidió organizar una sesión para hoy en el Congreso por el simple hecho de querer sesionar pero sin respetar ninguna regla del manejo parlamentario, al niño K se lo vió molesto y hasta bastante decentrado.
La oposición propuso que haya una labor parlamentaria, pero Mínimo K quiso demostrar que todavía pueden hacer una convocatoria sin respaldo de la oposición , pero le salió el tiro por la culata porque no llegó a convocar ni siquiera a los diputados propios.
Es un fracaso político de los kukas que quedó a la vista de todos , algo que la oposición festeja y que evidencia que están perdiendo poder continuamente, van en picada. La oposición tiene una estrategia que le está saliendo bien porque está poniendo entre la espada y la pared al frente polentero.
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