Cada vez que habla Alberso hasta sus ministros se quieren matar. Wado de Pedro hace miradas que dejan en evidencia que muestran que se quieren matar cada vez que abre la boca el mayordomo del Instituto Patria. Tan es así, que Alberso hasta se autopercibe como títere en público, sin ningún tipo de tapujos.
Es un pobre tipo, por eso hasta sus ministros ya no pueden ocultar la desazón que sienten cada vez que dice una burrada tras otras. Ya no saben que hacer para salvar al títere, hasta en un acto se escucha el “aplaudan putos”, porque no saben si aplaudirlo o putearlo.
Alberso ha perdido el rumbo, se sabe sin autoridad, sin poder, sin capacidad de maniobra, y en lugar de parar la pelota y ver como sigue el partido trata de redoblar la apuesta metiendo aún más la pata, y quedando como un ser patético, más aún que el propio De La Rua en su peor momento.
Los ministros tienen que estar atentos a salvarle las papas a un presidente que no necesita de la oposición para que le haga daño a su imagen, sino que se la hace a sí mismo, y es el mejor jefe de campaña que cualquier partido de la oposición podría tener.
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