Santilli salió con todo, y salió a buscar el apoyo de otras listas opositoras para llevarlos para el lado de Juntos por el Cambio, porque entiende que necesita esos 11 puntos para ganar la gobernación bonaerense en el 2023, algo que anhela el hoy próximo diputado cambiemita.
Para derrotar de forma demoledora a la maquinaria pejotista bonaerense no alcanza solo con los propios. Si bien está vez se ganó, lo cierto es que movieron todos sus recursos y lograron achicar diferencias, algo que en una elección presidencial, dónde además se va a elegir gobernador, puede llegar a ser aún más fuerte.
Sobre todo, porque el pj bonaerense, y la Cámpora, aún siguen controlando una buena parte del territorio y eso hace difícil la contienda política al enfrentarse a narcos, chorros y punteros con sólo ideas o promesas. La estructura económica del pj bonaerense es muy fuerte y cuenta con todo el apoyo del gobierno nacional, lo que requiere que sean aún más los actores que participen del frente opositor.
Habrá que ver que sucede con la UCR y los socialistas, que no quieren saber nada con las listas opositoras a las que consideran de “derecha”, y además, porque les resta poder a su propia estructura territorial. Pero lo cierto es que la política no se hace con caprichos, sino con realidades.
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