La inflación está detonada, y los precios no paran de subir. Y Aumento Fernández no deja de presionar con el precio de la nafta. Incluso ya empieza a haber desabastecimiento en varios supermercados del interior del país, a raíz de que nadie quiere vender por la incertidumbre de los precios.
Y esto pese a que el dólar baja, con lo cual es aún peor, porque ya no tienen a qué echarle la culpa. El piso de inflación está anclado en casi 4% mensual, y no tiene visos de bajar o contraerse. Lo cierto es que esto es un promedio, y hay precios de los alimentos que han subido mucho mas que eso. Algunos superaron incluso el 6% de aumento, como en el caso del aceito, o el pescado que subió 9%.
Así, si bien la inflación interanual fue del 36% interanual, lo mismo no ocurrió con los productos de primera necesidad, que en algunos casos subieron el doble, por ejemplo, la yerba subió un 76% interanual. Esto impacta brutalmente en los bolsillos de los que menos tienen. Pero la industria, ante tanto control de precios, prefiere no vender, y se empieza a generar desabastecimiento.
Y con el tema de la cuarentena, muchos empleados no quieren volver a trabajar, con lo que las empresas tienen que contratar personal nuevo, y por tanto tienen un sobre costo laboral que se traslada a precios. El kirchnerismo está produciendo un desastre económico de proporciones que aún no llega a visibilizarse. Porque están bien, los precios se mantienen, pero cada vez se vende menos, y lo que empieza a pasar es que todos tratan de cuidar sus ganancias. El que termina pagando es siempre el consumidor.
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