Para Rossi la guerra contra la inflación es contra la gente, porque las medidas que toma el gobierno no ayudan en nada a estabilizar la economía, y por el contrario, pega duro en los bolsillos de la gente de laburo. La promesa que le hicieron al fondo es un ajuste por inflación pero sin reducción del gasto público.
Ya cayeron las jubilaciones, dice Rossi, y ahora van a tener que aumentar la tasa de interés para que los ahorristas no se vayan al dólar. El problema que cuánto más le ofrezcan a la gente para quedarse en el peso, más se da cuenta que no sirven para nada y se van a los verdes para proteger sus ahorros.
Por eso cada vez que dicen algo lo que generan es lo opuesto. Anuncian guerra a la inflación y la gente se le mata de risa, los comerciantes remarcan porque sube el dólar y así sigue la cosa. Todas las leyes que proponen son tonterías, como la ley de góndolas o la ley de alquileres que trajeron más problemas que beneficios.
Es momento de que los políticos empiecen a trabajar con una mirada más puesta en la realidad y no es sus propios intereses marketineros para quedarse en el poder como da lugar. Por eso, la casta, tal como la levanta Rossi, debe empezar a desaparecer y achicar el gasto de la política para que ellos vivan como ricos.
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