Estamos ante una situación inédita porque el ministro autorizó y nos recomienda el uso de la vacuna rusa arrogándose las facultades que antes eran del ANMAT.
Lo único que se sabe son dos datos contradictorios porque por un lado dice la misma empresa rusa que tiene más de 90 % de eficacia pero por otro lado en el recuento de personas sometidas al experimento de efectividad de la vacuna que dá por resultado que la efectividad de la vacuna es del 74%.
Pero desde el punto de vista epidemiológico ya estamos complicados, la segunda ola se va a adelantar a marzo, este virus no tiene ninguna relación con el calor y fue demostrado en Brasil y en Israel, es más en el país lo vimos en Santiago del Estero con 37°.
De todas formas recibimos muy pocas dosis, si se vacunasen 1 millón de argentinos por mes, aun así nos queda un largo trecho a la inmunidad y son números irreales porque ni tenemos la cantidad de vacunas ni tampoco tenemos la capacidad operativa.
La densidad de casos es muy alta, mirando solamente lo que está pasando en el AMBA, pero este gobierno sigue sin testear y festeja con bombos y platillos la llegada de pocas dosis.
Con la vacuna recién se genera inmunidad con la segunda dosis de vacuna que ni siquiera la tenemos y de los vacunados un 74% van a quedar inmunes. Pero acá se festeja el relato del relato.
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