El escándalo de la Quinta de Olivos sigue salpicando a Alberso y a las gatas ensobradas que iban a visitarlo, sobre todo, no tanto porque sean gatos, sino porque la mayoría no podía salir, no podía despedir a sus muertos, y la casta política hizo lo que quiso.
Recondo se calentó porque él no pudo despedir a su padre el año pasado, mientras nos amenazaba el presidente, pero ellos hacían su vida normal, iban los entrenadores personales, los peluqueros, etc.. Cómo dice Recondo o estábamos todos encerrados o salíamos todos, la doble moral es un asco.
Para Chiche Gelblung no hay moral, y lo peor es que la única moral es para los de abajo porque ellos viven como privilegiados, y es algo que como sociedad tenemos que dejar de aceptar tan pasivamente. El problema es que todo está tan ideologizado, que los propios seguidores del presidente, que repetían como loros “quédate en casa”, hoy lo aplauden por lo de Olivos.
Ciertamente Argentina ha perdido el rumbo moral y ético, y las posiciones se defienden o se abandonan según lo mande el caudillo de turno, o la caudilla, que es quien gobierna en definitiva. La crisis de valores por la que atravesamos es más tremenda aún que la económica, porque no se arregla solo con ajustar variables.
También te puede interesar: