Y el Martín Fierro es para…. sí, para Cristina… Con la voz quebrada, apelando a la emocionalidad para zafar de una causa que la tiene como protagonista. Hechos no relatos, el tema que la vicepresidente sólo apela a lo emocional y a echar culpa a los demás, que la persiguen a ella que es una pobre mujer que quiere ayudar a todos.
Es un tema judicial, donde las pruebas están en los expedientes, y lo único que hace es patear la pelota afuera diciendo que son causas políticas contra ella para perseguirla, en lugar de ajustarse a derecho y presentarse como corresponde. Son realmente chorros e impresentables.
Por eso Plager lo cachetea al ensobrado Brankatelli, que quiere justificar a sus jefes políticos argumentando que todas las causas que tiene la kretina son parte de una causa mayor la cual es verla presa. Son tan ridículos que no saben que decir para tapar a la mafia que hoy gobierna el país y que son una verdadera vergüenza internacional.
Cristina utiliza los medios para victimizarse, ya sea en la causa AMIA como en las de corrupción que enfrentan muchos funcionarios de sus anteriores gobiernos, incluidos sus secretarios, quienes pasaron de pobres a multimillonarios. Pero a este simple hecho del sentido común, la Kris opone el lawfare como una propuesta política para que su militancia salga a cargar contra la justicia y ella pueda quedar impune.
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