En el gobierno están desesperados por el escándalo del gaterío en la quinta de Olivos, por eso arman distractores como lo de Fernando Iglesias, a quién acusan de misógino para intentar tapar las visitas vip en plena cuarentena, mientras todos nosotros estábamos encerrados por ordenes del propio presidente títere.
Los kirchneristas son realmente impresentables, no pueden aceptar que tienen doble vara, y que mientras comerciantes se fundían, y muchos trabajadores perdían sus trabajos, en la quinta residencial todo era joda, iba desde el paseador del perro hasta el colorista de Fiambrola. Y en el medio las actrices y gatos que se comía alberso.
Por eso las diputadas kirchneristas salieron a denunciar a Iglesias y pedir que lo echen. Estas feminazis son las mismas que nada dijeron de Solange, a quien su padre no pudo despedir por la cuarentena; tampoco dijeron nada de Alperovich, quién está acusado de abusar de su sobrina. Pero las “chicas” del congreso, que son muy feministas, lo usan para atacar políticamente, porque no les interesa para nada defender a mujeres.
Lo de Iglesias intenta ser una tapadera para desviar la atención de lo que realmente pasa en el país. La inflación, la falta de empleo, la falta de vacunas, y una pobreza galopante que profundizó este gobierno de gatos y científicos.
También te puede interesar: