La dirigente del PRO reparte a diestra y siniestra a políticos y sindicalistas
Pato Bullrich es sin duda de los políticos opositores la que más clara tiene las cosas. En esta oportunidad le pega al gobierno por permitir que los gremios docentes sean los que estén manejando la política educativa nacional, sobre todo, porque es responsabilidad de los gobiernos haber puesto en condiciones las escuelas, y porque hay cierta normalidad en la calle, y ya no hay excusa para que no vuelvan a trabajar, cuando otros trabajadores, como los policías o los médicos están trabajando.
Como dice Pato, el mundo ya está en otra cosa, abriendo todo y concientizando a su población sobre el cuidado, el distanciamiento y el uso de barbijo como forma de manejar la pandemia, pero sin parar las actividades. Pero acá, donde gobierna Baradel y no Alberso, los docentes son rehenes de estos sindicalistas, y por eso no vuelven a las aulas. Mientras tanto, los pibes siguen sufriendo el encierro, el stress, la falta de contacto y socialización, y por supuesto, el atraso educativo.
Definitivamente no se puede perder otro año de clases, y ese es el reclamo de una buena parte de la sociedad, o al menos de aquella a la que sí le interesa que sus hijos aprendan y progresen, y que son quienes más aportan con sus impuestos al mantenimiento de estos vagos y parásitos que hoy nos gobiernan. Hay muchos, los prebendados de siempre, que militan la ignorancia, la desidia y la pobreza como forma de defender un estado que ha demostrado ser cada vez más inútil e incapaz en enfrentar los desafíos que se le presentan.
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