Una de las pocas cosas bien que saben hacer los kirchneristas es meter parches en todos lados, porque de arreglar las cosas ni noticias. Ahora el nuevo parche es el fideicomiso para comprarle al campo el maíz y el trigo con la excusa de bajar los precios.
El gobierno quiere intervenir el campo hace tiempo, aunque es uno de los sectores productivos más dinámico del país, y el que más dólares trae a nuestra economía. Pero el gobierno no se conforma con esto, y va por todo, tratando de manejar el negocio ellos solos.
Por eso las entidades agrarias se fueron del consejo agroindustrial argentino. Se cansaron del verso del gobierno, y encima se viene un mal año para el maíz y la soja por la sequía, así que no va a ser un año tranquilo para el gobierno, sea porque tiene incendiado a los productores o porque la cosecha no sea lo suficientemente buena como para que se pueda exportar para traer verdes.
En el medio, la inflación, la falta de certezas y la posibilidad de un default son todos problemas que hoy acosan al cuarto gobierno kirchnerista, que tratan de llegar a 2023 regalando guita porque saben que la gente está realmente podrido de ellos. Se van a tratar de llevar toda la que puedan para aguantar desde la oposición, tal como hicieron en 2015.
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