Pablo Lanusse los fulminó a los kuka. Dijo que el gobierno de los derechos humanos, los que venían a poner el país de pie y cerrar la grieta, nos prohibieron despedir a nuestros familiares, permitieron que muriera gente, y ellos se vacunaron todos, y se apropiaron del estado como fuera de ellos.
Son un slogan, dijeron que ellos eran el gobierno de científicos frente al gobierno de CEOs de Macri, como lo llamaban, pero su altura moral está muy por debajo de lo que pregonan. Mandaron a gente a la pobreza, hicieron quebrar comercios y empresas y no se les mueve un pelo. Mucho relato pero poca gestión y mucha mafia.
Encima, como dice Lanusse, lo echaron pero lo tratan como a un prócer, incluso el mismo Alberso que sale a defenderlo públicamente a pesar de haberlo echado por corrupto. No nos administran, nos saquean impunemente y se creen que les pertenece, por una especie de operación ideológica, todo lo que es del estado, porque el estado creen que son ellos.
No han rendido cuentas de nada, por eso Lanusse pide que la sociedad tiene que ponerse de pie y empezar a exigir que quienes usufructuaron ilegalmente la vacuna renuncien. En Argentina hay dos varas de los Derechos Humanos, una la que dice el gobierno, y otras la que nos toca a la mayoría de los ciudadanos, que para acceder a una vacuna tenes que ser amigo del régimen.
Tienen que dar cuentas penales, políticas y sociales, porque con esta movida lo que hicieron fue decidir quien vive y quien muere y eso es algo que como sociedad no debemos permitir bajo ningún concepto.
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