Parece que se viene un nuevo congelamiento de precios de los alquileres por los valores desorbitados que han tomado, debido a la inflación. No obstante, muchos dueños se sacan de encima los departamentos y los ponen en venta por el alto costo impositivo de los mismos.
Pero quiénes deciden tenerlos como inversión y de paso ganar unos mangos, se la ven negras con las distintas regulaciones que mete el gobierno a través de distintas regulaciones, leyes y disposiciones. Los valores actuales superan el 54% de aumento, haciéndose cada vez más impagables para quienes trabajan.
Entre los que más aumentaron son los monoambientes porque son los más demandados por los inquilinos, que no llegan a pagar algo más grande. Y encima está difícil encontrar lugar para vivir si se te termina el contrato. El gobierno cada vez que mete la cola trae más problemas que beneficios.
La mayor distorsión económica no la genera solamente la inflación, sino la intervención de un estado que quiere regular simples contratos entre privados para tratar de paliar el propio desastre que hace con decisiones políticas que terminan yendo directamente contra el bolsillo de los trabajadores.
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