Novaresio es claro, recorre los temas más espinos de hoy en que el oficialismo se hace el distraigo. Formosa, la educación y la salud son los desastres en los que está inmerso el kirchnerismo, y en lugar de tomar el toro por las astas prefiere el relato. Por ejemplo, dice Novaresio, si para Alberso, el gobernador Insfrán es un gobernante democrático, eso da cuenta del tono que va a tener el gobierno nacional.
Y tiene mucha razón en esto, porque la democracia no puede ser una mera enunciación, y si encima en lugar de actuar, mandan a un funcionario para hacer la pantomima de que cuidan a la gente es peor, porque dan cuenta que están más preocupados por el circo que por hacer una nación en serio.
Pan y circo pareciera ser el lema del kirchnerismo y de Alberso. Una fiesta de planes y de operaciones para hacer que sus seguidores estén tranquilos mientras ellos siguen derrumbando el país. Los planes le sirven para calmar a los gerentes de la pobreza como Grabois o Pérsico, y el circo para la clase media progresista, la que es muy afecta a las discusiones por redes sociales. Así, el kirchnerismo, a pura ideología, va ejecutando el plan de liberación de los amigos y de quedarse con las cajas de las empresas energéticas. Un lento, pero inexorable camino a Venezuela.
También te puede interesar: