Javier está cada día más filoso, y le pega duro a la oposición cambiemita, y dice que por un lado están los colectivistas como Larreta y los radicales que piensan igual que los k en todo lo que tiene que ver con repartir guita a los vagos. La diferencia es de formas con los kukas, porque de contenido son lo mismo dice Javier.
Rompieron el bloque porque del otro lado está el bloque liberal. Un espacio que viene en franco crecimiento y promete arrasar con la política de los tibios, o las palomas de Juntos por el Cambio. Ya a estas alturas es claro que la sociedad está fragmentada, pero no en partidos, sino en ideas bien definidas de lo que se quiere para el futuro y lo que no.
Por eso Javier pega en el núcleo duro de las contradicciones de Juntos por el Cambio, dado que, como dice el economista y diputado electo, conviven dos formas de pensamiento al interior de esa coalición, y una de esas posiciones es simplemente un kirchnerismo educado. Son tibios, y para Milei no hay relación posible con los colectivistas.
Lo fundamental para Javier es que la grieta es moral, por eso se para en un lugar por fuera del kirchnerismo y de Juntos por el Cambio, dado que una gran cantidad de los argentinos rechazo categóricamente las políticas kirchneristas.
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