Si hay alguien que doma a los kukas es Milei. El centro de su critica es el lugar que ocupa el estado en nuestras vidas y cómo los políticos lo utilizan para hacerse millonarios, por eso decidió sortear su sueldo a los pagadores de impuestos seriales que somos los argentinos.
Para él, donarlo no es una opción, porque sería hacer caridad con la guita de la gente, por eso, prefiere sortearlo antes que regalárselo a otros, que sea el azar el que decida quien se lleva su dieta de diputado, dado que él vive de su trabajo en el sector privado.
Algunos lo critican por demagogia, pero la realidad es que es uno de los pocos que se atreve a desafiar el status quo que reina en la política argentina, y la que nos ha llevado al desastre actual en a que se encuentra el país. El uso del estado para enriquecerse es lo que ha hecho entrar en decadencia a la Argentina.
Como dice Milei, él no se la pasa paseando por los canales de televisión para nada, él deja en claro que vive de sus conferencias y de su profesión, algo que la mayoría de los diputados pareciera que no conocen, porque ninguno laburó de otra cosa que no sea de la política.
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