Milei les corta la cabeza a todos los zurdos, incluso los zurdos disfrazados de capitalistas como dice sobre Larreta, a quien le dice que no puede ni lustrarle los “zapatos a los liberales”, y le da a entender que es un genuflexo del lobby de la izquierda.
Larreta habla por derecha y por izquierda, está siempre parado más bien del lado del zurdismo para Javier, y es un oportunista capaz de tener dentro de su espacio al partido socialista y a la UCEDE, ideologías tan disímiles, pero capaces de convivir en un espacio progresista de buenos modales.
Para Milei, el jefe de gobierno porteño es un arrastrado capaz de hacer cualquier cosa para ganar una elección, y suma a todos en una gran bolsa de gatos para seguir concentrado poder, y diferenciándose del kirchnerismo tan solo en las formas.
Javier es duro y concreto, sabe adónde quiere llegar y va. Sabe que buscan emboscarlo, pero el tipo no se amilana y va al frente, aún a riesgo de que lo traten de violento y misógino como suelen hacer los medios que están alineados con los zurdos que manejan el país.
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