Majul lapidario con Cristina. Yo no hablaría de ella, si no hiciera las cosas que hace arranca diciendo en su editorial y por supuesto si no mandara a su gente a hacer las cosas que hace. La nueva es que quiere meter presa a Elisa Carrio, tiene que ver con que esta apurada y desesperada por lograr su impunidad.
Ya ni siquiera le importa tanto que se le note su sed de venganza. De otra manera como se explica que su abogada personal con sueldo en el senado pida una declaración indagatoria para Elisa Carrio ahora que no tiene los fueros de Diputada nacional.
Son querellados en la causa de presunto espionaje ilegal en el penal de Ezeiza y acusan a Carrio de haber utilizado las escuchas que sirvieron para revelar el operativo puf, es decir, la causa con más pruebas en la Argentina, la de los cuadernos.
Las escuchas judiciales a las que hacen alusión, prueban, entre otras cosas, que Valdes, entre otros, operador de Alberto Fernández y Cristina querían hacer volar por los aires con la ayuda del juez federal militante, Padilla, tanto al fiscal Stornelli como al jue Bonadio.
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Penaron que al hacer aparecer a Stornelli y a Santoro como cómplices del extorsionador Dalessio voltearían la causa más importante del país. Las escuchas judiciales prueban, entre otras cosas, que Valdés estaba al tanto del operativo antes de que Padilla iniciara informalmente la causa.
El juez que mando a cablear el penal, pinchar los teléfonos y pedir las escuchas supuestamente basado en un operativo contra un narcotraficante, no es otro que Villena, flamante amigo de la Vice y de sus secuaces que ayudaron a armar el expediente sobre el que tanto hizo Cristina para inflar y darle bombo
