Majul no se come ninguna.
Mientras una parte de la Argentina sigue los detalles de la “novela2 sobre la presunta responsabilidad médica por la muerte de Maradona la sala 1 de la Cámara de Casación acaba de propinar un duro golpe al intentar voltear la causa de los cuadernos que tanto preocupa a Cristina.
Lo hizo al rechazar el pedido de declarar invalido las confesiones de 31 arrepentidos, el pedido viene del lado de tres procesados que están muy complicados fue rechazado sin embargo su aceptación hubiera sido considerado un triunfo de la ex Presidenta porque habría implicado un enorme daño a la investigación.
La semana pasada el Presidente Alberto Fernández presiono a nuestro criterio fuertemente a los miembros de la casación al considerar la ley del arrepentido un sistema de compra y venta de testimonios. Yo, señala Majul, con todo respeto le digo al Presidente que debería revisar un poco la información.
Finalmente es una buena noticia para el sistema judicial y para todos los argentinos. Pero la intención de tildar a las declaraciones de los colaboradores como invalida fue aceptada por la jueza Ana María Figueroa, de reconocida cercanía al kirchnerismo, los otros dos jueces por suerte lo rechazaron.
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Querían borrar las pruebas que presento el chofer Centeno quien anoto por más de una década los viajes que hacia junto al valijero para cobrar dinero en negro de los empresarios de la obra pública. La desesperación de CFK por voltear cuadernos es entendible señala Majul, ella está considerada la presunta jefa de una asociación ilícita.
Esta asociación fue armada para robar y lavar dinero del Estado, o sea de todos nosotros. En los cuadernos Centeno registro decenas de viajes a la casa de Recoleta donde vivía la jefa kuka, también en la quinta de Olivos donde vivió con Néstor Kirchner
