Los presidentes zurdos de Latinoamérica le pegan con todo al títere por la postura ambigua de nuestro país en la invasión de Rusia a Ucrania. Al mayordomo lo corren por izquierda por eso salió a decir que nuestro país rechazaba el uso de la fuerza, pero no habló hasta ahora de la invasión ni fue concreto y eso generó el repudio de los mugrosos progresistas del continente.
Ya sabes que Alberso es tibio, pero además de todo tiene negocios con el líder ruso Vladimir Putin, a quién visitó hace poco y lo invitó a que nuestro país sea la puerta de entrada de esa potencia en el continente. Nadie en el gobierno quiere condenar a Rusia por desatar un invasión desigual contra un país pequeño.
Por eso utilizan palabras ambiguas para definirse, como que se condena el “uso de la fuerza” o la “necesidad de volver al diálogo”, y cosas por el estilo. Los zurdos del continente tampoco tienen una postura realmente lógica, porque aman a las dictaduras, le pegan a los yankees, pero ahora se oponen a una dictadura “amiga” porque queda bien.
Son realmente una verguenza los “progres” latinos, quieren quedar bien con todo el mundo, pero en el fondo aman los dictadores al estilo Maduro y Putin. La indignación es sólo una cuestión de forma y no de contenido, dado que la mayoría de nuestros países viven dictaduras blandas basadas sobre todo en el uso de la fuerza del estado, el escrache a través de partidarios, la cancelación y la persecución ideológica a través del comisariado político del género.
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