La incapacidad del gobierno para controlar a la gente que vuelve del exterior ha hecho que queden muchos compatriotas varados en el exterior, pero para los políticos y diputados k no hay cuarentena, ni control ni nada. Entran y salen como quieren, pero a la gente común la dejan en la lona.
El nivel de crisis institucional e hipocresía de nuestra casta política es tremenda. En lugar de funcionarios públicos son privilegiados de una élite que se autocuida y se auto asigna privilegios que nadie les otorgó. Acá hacen lo que quieren y no pasa nada, porque si la justicia los investiga salen a gritar: “lawfare!”.
Mientras la sociedad durante toda la pandemia demostró capacidad de cuidado e intento comprender aún las peores catástrofes personales, ellos no hicieron ningún esfuerzo para acompañar a la ciudadanía, y ni siquiera dieron el ejemplo, cuando son los primeros, como cabeza del estado, que debieran mostrar una conducta intachable.
Pero en Argentina los políticos creen que pueden estar por encima de las instituciones. Tenemos aún una democracia débil, incapaz de controlar estos desmanes, así como la corrupción enquistada en todos los estamentos sindicales y estatales. Aún así, no hay que perder las esperanzas y seguir bregando por una república para ciudadanos y no para una casta política corrupta.
También te puede interesar: