Una médica, Luciana Ortiz, del hospital Heller de Neuquén contó que ya está sucediendo lo que ellos venían anunciando hace tiempo, que ante la falta de respiradores los pacientes los tienen que compartir.
Los pacientes internados están en los pasillos del hospital porque no alcanzan las camas, hay un desborde generalizado, incluso los que están con tubos de oxígeno están en los pasillos de la guardia.
Los médicos se las ingenian con los recursos insuficientes que tienen para sostener a todos los pacientes y principalmente mantenerlos vivos y estables hasta que se desocupe una cama en terapia intensiva. Luciana contó que por el código de Bioética recibieron la ´rden de dejar morir a un hombre de 56 años que se ahogaba a quien entre los colegas lograron salvar.
Pero el personal sanitario de Neuquén se queja de que los están mandando a matar a sus conciudadanos algo a lo que se niegan. Durante dos meses el sector de la salud cortó el acceso a Vaca Muerta para darle visibilidad a esta situación crítica que se veían venir pero no fueron escuchados.
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