Tanto en el oficialismo como en Juntos por el Cambio están cagados porque López Murphy mide muy bien, y más de uno dentro de su espacio tiene miedo. Además, el espacio liberal como un todo, contando a Milei y Espert, viene creciendo enormemente.
En esta elección Ricardo va con con Juntos por el Cambio, pero nada impide que si los distintos espacios liberales saquen un buen porcentaje de votos terminen yendo juntos para consolidar una tercera fuerza con una propuesta político ideológica bien definida.
Dentro de Juntos por el Cambio hay una disputa de intereses e ideologías cruzadas y aquéllos que son más duros con el kirchnerismo están teniendo mayor aceptación entre los votantes. Ya nadie se banca a los tibios como Vidal o Larreta, sino que prefieren a dirigentes como Patricia o Ricardo.
Lo mismo pasa con Milei, que viene creciendo enormemente en las encuestas, y con muchos jóvenes que los siguen porque se cansaron de la bajada de línea y de un país sin futuro. Los jóvenes quieren otra cosa y se cansaron del relato.
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