El estado argentino es un fracasó total. La economía va para atrás y desde hace 10 años, dice Lazzari, no se genera empleo genuino. Las leyes del kirchnerismo de que no se pueda echar empleados ha hecho que tampoco se pueda tomar gente. Ninguna empresa quiere tomar gente porque es adoptarla de por vida.
Lo único que ha aumentado en los últimos años en la Argentina son los planes sociales. Es una cuestión ideológico dice Lazzari, odian a los empresarios, y creen que todos son ladrones y hay que destruirlos y reemplazarlos por el estado gigante, inútil e ineficiente.
Por eso tantos economistas como Milei o Lazzari se metieron en política, porque es hora de dejar atrás el desastre que vienen haciendo los populistas desde que gobiernan. La economía del país está llena de regulaciones e impuestos que no conducen a nada pero incrementan los gastos y la imposibilidad de invertir.
Esto es tanto para una empresa grande como para una pyme, y es tal el nivel de trabas que hay para poner un negocios que muchos terminan en la informalidad, o si son muy pequeños, dejan eso y se dedican a chorear que es más fácil y menos riesgoso que ir a buscar una regulación estatal.
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