Cuando plantean que la educación es algo esencial el gobierno debería escuchar al sector docente sin llegar a una medida de fuerza, para resolver las paritarias y así se puede dar origen a una discusión.
Trotta dijo que la discusión es falaz porque es obvio que la educación es esencial pero evita que se declare por ley y dice que lo que se busca es poner a los docentes como parte del problema cuando son parte de la solución.
Laje arremete contra Trotta porque plantea que el problema son los gremialistas docentes y no los docentes que ganan dos mangos y entienden que la educación es central para el país.
Pero Trotta evita pelear con los gremios, lo que nos llevó en parte a estar todo el 2020 sin clases presenciales. El ministro busca correrse de eso, aunque debería haber una ley que la declare como esencial.
Para Laje hay que pensar primero a la educación como primordial, pensando cuando tiene que ganar un docente para que esté bien remunerado y a partir de ahí pensar el presupuesto nacional.
El jefe de Trotta es un gremialista por eso le resulta tan difícil confrontarse, explica Laje, pero todo se trata de una discusión ideológica para ellos y dificilmente pase por el Congreso.
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