El presidente no para de decir burrada. Ahora, el títere salió a decir que los cordobeses “no son argentinos” porque no los votan a el y la banda de delincuentes que están detrás suyo. Es realmente impresentable lo que dice el presidente, y su raíz xenofóbica es muy grande.
Desde los brasileños que salieron de la selva, y los mexicanos de los indios, ahora también el país se pelea con una de sus principales provincias. Es realmente insostenible tener un presidente cuyo nivel discursivo es realmente tan bajo.
Cada vez que habla, la kretina se debe agarrar la cabeza, y ya no saben que hacer para callarlo. Mientras tanto, el país es un incendio por la inseguridad, la inflación, el desabastecimiento, el dólar, y mil problemas más que el presidente parece no querer saber.
Los delincuentes se han enseñoreado en las calles, y el gobierno gasta guita en armar un ministerio que regale penes de madera, forros y cosas por el estilo. El kirchnerismo nunca está en lo importante, porque no lo puede solucionar, por eso se quedan en políticas mediocres para hacer de cuenta que hacen algo.
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