Jony Viale en un editorial durísimo
Hasta hace poco, el discurso k, cuando gobernaba Macri era “la patria está en peligro”. Y se encargaban de repetir que había que echarlos si o sí para construir una argentina soberana. Pero ahora, los reciben con alfombra roja y los brazos abiertos, dispara Jony.
Las claves del ajuste k son bastante polémicas, y en otra época, hace no muy poquito, hubieran generado gente en la calle tirando piedras. Por ejemplo, se va a cambiar la fórmula de las jubilaciones, en dónde los viejos van a perder mucho más que con el “gato”.
Se viene también un fuerte aumento de tarifas, que al parecer a la progresía kirchnerista hoy no le importa tanto, de hecho, pareciera que ya ni los pobres les importaba como antes, porque el asfalto no se come, pero la ideología sí.
Se termina el IFE, aunque todavía quedan varios miles de millones de pesos en ayuda social para calmar los ánimos, y se terminan los ATP para empresas en riesgo por las malas decisiones de la pandemia. Un cóctel explosivo.
El gobierno quiere quedar bien con el FMI, pero ya no se ven actores con el cartelito “no volvamos al fondo”, sino que ahora parece que quieren volver, y de rodillas. ¿Te acordás de Echarri?, el k que decía que iba a ir al obelisco porque con el FMI la patria estaba en peligro. Se ve que con la billetera ya la patria no está tan en peligro.
El relato k se acomoda a las circunstancias, por eso la dureza de Jony. Son unos verseros, que gritan por izquierda, pero gobiernan por derecha. Un país raro, pero los que más gritaban están bien calladitos. Lo mismo con las jubilaciones. Ya no hay ningún gordo metralleta atacando el congreso. Ahora los k se cagan directamente en los viejos, y las Duplaá, las Donda, los Echarri, y todos los k, bien adornados, están en absoluto silencio.
La patria está en peligro, es cierto, pero no por el FMI, sino por el saqueo sistemático y la corrupción kirchnerista. La patria está en peligro, es cierto, porque con la ideología sola no alcanza para gobernar, hace falta honestidad, plan y certidumbre. Las palabras del títere y la “desqui” están más devaluados que la moneda venezolana.
También te puede interesar: