Y un día llovió en Corrientes. Y la lluvia hizo m´ás que todo el gobierno junto, y gratis, sólo era cuestión de esperar, aunque parezca triste decirlo. Porque lo único que está ayudando a controlar los focos es la naturaleza y no las acciones de gobierno, dado que los políticos no dejaron sus viajecitos para ocuparse de esto.
Por eso los bomberos estaban contentos, no sólo porque van a poder descansar después de semanas de un arduo trabajo, sino porque el desastre logro controlarse. Por suerte somos un país con gente solidaria, y eso hizo que la catástrofe no fuera aún mayor, porque si nos quedábamos con el “estado presente” todo hubiera sido peor.
Eso sí, para sacarse fotos va a ir el títere a Corrientes, aunque no apareció durante toda la emergencia ambiental, tan sólo para atajar penales o hacer alguna declaración, porque de gestión nada, brilla por su ausencia. Y encima se indignan porque tienen miedo de ser escrachados por la gente.
Lo que no entienden es que el pueblo se cansó y ahora va contra todos los políticos que se hicieron los giles, y que ahora quieren sacar rédito político de cosas en las que nada aportaron. No le va a ser fácil al gobierno revertir los problemas en una provincia a la que dejaron abandonada solo porque no pertenece al partido gobernante.
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