Las peleas cruzan de un lado al otro al frente polentero. Se matan entre ellos y ninguno se hace cargo. Aníbal Fernández y Berni se dan con un caño, y parece que eso es la máxima entre la coalición oficialista. Todos se dan con todos: kulfas con Feletti, Grabois con Cristina, y así. Es el frente de todos los mamarrachos.
La bolsa de gatos en que se ha convertido el gobierno está provocando una crisis institucional tremenda, de la cual no se pueden adivinar aún los coletazos que pueden traer a nivel nacional e internacional. Si las elecciones traen otra derrota, tal como se avizora, la descomposición puede ser aún peor.
Berni es uno de los que quiere bajarse del barco porque ve que va directo al iceberg, con lo cual es probable que se vaya tras las elecciones. En materia de seguridad este gobierno no tiene políticas disuasorios, sino que más bien dejan hacer, por eso terminamos viendo incendios en el sur, los dealers haciendo con la calle, y la gente tratando de sobrevivir en la selva.
Mientras el terrorismo crece en el sur, y los reyes de la droga se fortalecen en las villas, el gobierno nacional reparte DNIs con una x para hacer políticas “inclusivas” o manda a los intendentes a controlar cajas de huevos a los supermercados. Están totalmente fuera de la realidad.
También te puede interesar: