El sindicalismo “combativo” argentino no tiene nada de sindicalismo ni de combativo. Es más bien un grupo de millonarios que dicen defender a los trabajadores. Hicieron una reunión “sub 55” en dónde no falto el buen vino como en cualquier mesa de gente bien y adinerada.
Son puro verso, incluso hablan de meter “perspectiva de género” en el sindicalismo pero en la reunión eran todos hombres. Tienen un discurso pero hacen otra cosa, son unos impresentables. Viven como reyes mientras los trabajadores subsisten con su sueldo y los mantienen con sus aportes.
El sindicalismo argentino es puro verso, hace décadas que dejaron de representar a los trabajadores y se han dedicado a hacer negocios personales, incluso, muchos de ellos se han convertido en empresarios. Son como los políticos, están de los dos lados del mostrador.
Solamente subsisten por la obligación compulsiva de aportar al sindicato que tienen los trabajadores, así como aportar a las obras sociales que ellos manejan y que utilizan para hacer negocios. Estamos en una Argentina del revés, en dónde los que laburan son corridos y aplastados por impuestos y crisis económica, mientras los políticos y sindicalistas se dan la gran vida.
También te puede interesar: