Para Feinmann lo que trinfó es la sociedad, la libertad de expresión, ya que fue demandado por Kretina por daños y perjuicios porque no le gustaron sus dichos y lo que pretendía es que el periodista sienta miedo y se arrodille, no aceptó ya dos veces dos mediaciones y le dijo a Kretina que continue con el juicio.
Está dispuesto a mantener su libertad de expresión en un país democrático y republicano porque hay jueces que no les importa quienes están del otro lado y despúes de casi dos años, se nota que la justicia no pudo ser influenciada.
Lo maravilloso de esto aunque ella apele, es tener el fallo de primera instancia en la que consta que Feinmann no cometió ningún delito, que trabaje la justicia y que sea discutido y determinado ahí como corresponde.
Basándose en la Constitución y la libertad de prensa y de expresión lo que corresponde es que esto se mantenga y esto puede ser ejemplificador para toda la prensa, que no se venda, ni tenga miedo, ni se negocie.
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