Se cumple 1 año desde que el presidente nos invitaba al aislamiento preventivo, social y obligatorio. 12 meses en los cuales quien hablaba de economía era por poco un asesino, dice Del Río. En donde quien anticipaba la caída del producto bruto interno y la caía de la economía de la Argentina lo tildaban de mitómano. Desde lo más alto del poder decían que la caída no iba a ser la que anticipaban las consultoras económicas y la caída fue muy superior.
Quien decía que economía y salud no eran objetivos antagónicos por poco era un enemigo de la patria. 12 meses en los que Ginés Gonzalez García decía que era una gripe inofensiva que no iba a llegar, y que finalmente llegó con todas sus cepas. Tampoco fue real cuando te decían que eso no iba a ocurrir, tampoco fue real cuando decían que no había que preocuparse.
Después hubo que construir una fantasía, dice Del Río, una fantasía de los medios antivacunas. Te decían que si vos criticabas la vacuna rusa eras por poco un medio que no trataba de distinguir las vacunas que tenían fundamentación científica de aquellas que no las tenían.
Mientras tanto CFK y la Cámpora avanzaban casilleros con el PAMI, el ANSES, YPF. Y ahora llega Martín Soria reemplazando a Losardo que era de íntima confianza de Alberso al igual que Ginés, “conmigo no van a contar para recibir a escondidas a jueces y fiscales” dijo Soria, volviendo a hablar de Macri y del pasado en el poder judicial.
Mientras se cumplían estos 12 meses la economía entraba en un péndulo en el cual te decían una cosa y pasaba otra. Respecto a la inflación se habla de una meta del 29% que para los analistas es un objetivo bastante incumpible, esa inflación del 29% te tiene que llevar al 2% mensual que según la mayoría de los analistas es algo que no puede suceder.
Se habló de consensuar con la oposición, un país por encima de la grieta, en busca de la República, y se inician querellas por doquier con el objetivo de instalar la campaña desde el punto de vista que se critica, que es el punto de vista judicial.
Se habla de no hacer un ajuste, y cuando se hace un análisis de los impuestos que instauró Alberso en sus último 12 meses más las alicatas que subió 16 nuevos impuestos y 16 subas en impuestos ya existentes forma parte de una presión tributaria que parece no tener límite en la Argentina, dice Del Río.
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