Un pase caliente dónde cobraron todos
“La corte vacunó a la república” dispara Eduardo, y Cristina con la vacuna se logró inmunidad para sus causas. Cómo dice Jony, seguro que con el fallo de ayer festejó con champán, total, la república sigue a pique. Un lindo juego de palabras, pero que lamentablemente nos afecta a todos.
Cristina sigue sumando poder, “tiene un presidente asignado”, ella es presidente en una cámara, y su hijo en la otra. Un clan casi aristocrático, y ahora también la justicia. Hacen lo que quiere y la democracia sigue sufriendo la mafia de los planes, la emisión y la vagancia.
Al final, la corte no hizo ningún freno, a lo sumo un pequeño amague, pero fueron tibios, y demostraron que no están a la altura de las circunstancias. Hace rato que las instituciones no representan a la corte, y desde hace ya unas décadas la corte viene en el ojo de la tormenta, porque falla con la política y no con la ley.
Además, como dice Jony, el kirchnerismo genera división, odio de clase, porque no se bancan el éxito, sino que atacan a todos aquellos que logran algo en la vida y se encierran en pobrismo extremo que, asimismo, nos sigue hundiendo como nación.
El relato k es un relato mafioso, sustentado en dádivas, aprietes y una estructura política familiar que manejan todo. Eso sí, ellos son millonarios, pero se ve que no se bancan la competencia, una especie de capitalismo político oligárquico y de estado, porque ninguno de estos la hizo trabajando en serio, sino siendo funcionarios políticos durante más de 30 años.
Los k son ricos, viven con custodia, en Puerto Madero y Recoleta, pero odian a quienes laburan y les va bien. Una cosa rara. Hablan de la pobreza, pero La Matanza la conocen en campaña. Las incoherencias y la violencia de los k no tiene límites, y la ciudadanía no puede seguir impasible ante tanto ataque.
También te puede interesar: