“La vacuna de Verbitsky es la que le falta a tu abuela” dice jony. La mayoría no entiende que la corrupción nos afecta cotidianamente, porque lo de la vacuna vip no deja de ser un acto de corrupción, por más que el presidente y sus amigos salgan a decir que lo de Ginés es sólo un error.
Para Jony, la gente siente que paga demasiados impuestos para tener un estado “fofo” para que esté al servicio de los políticos: “el vacunatorio secreto del doctor Ginés”, casi una película de Olmedo y Porcel. La realidad argentina, dice Jony, es bizarra, una mala comedia que dirige el gobierno. Y encima te lo refriegan en la cara, como hizo Moyano, que dice que está vacunado, y que lo merecía por ser dirigente de dos obras sociales.
Te muestran en la cara que son VIP, pero te enrostran que tienen una superioridad moral que no pueden sostener. Ellos son elitistas, creen que como se dicen revolucionarios tienen derecho a todo, se lo han apropiado para su uso personal. “El estado soy yo”, hacen lo que se les da la gana, una facción política que se ha apropiado de lo que nos corresponde a todo.
El editorial de Jony no tiene desperdicio, porque pone en el tapete que lo que sucede es que el discurso que tienen es para corrernos por izquierda, pero gobiernan por ultra derecha. Y lo peor es que funcionario que se cambia el que viene es peor. Sin ir más lejos, ponen a Vizzotti, una mina cuyo despacho estaba ahí nomás del de Ginés pero no se enteró de nada. Inoperancia o complicidad, lo cierto es que la actual ministra no es mejor que el que se fue, sino un eslabón más de la cadena de complicidad y ocultamiento del kirchnerismo.
También te puede interesar: