Se supone que en una democracia los diputados no tienen sangre azul y debería ir a la cola de la vacuna como todo el resto como un colectivero, un comerciante o un administrativo.
Bastantes privilegios ya tienen, no se matan laburando en el 2020 laburaron en promedio una sesión y media por mes, ganan $200.000, tiene trabajo seguro por cuatro años, 8 asesores y algunos hasta chofer.
De las 20 millones de dosis prometidas para febrero llegan un 1.800.000 una de cada 10 prometidas, Joni extraña las filminas comparativas con Chile, que ya vacunó a más de un millón de personas en una semana y Argentina a penas medio millón en 40 días.
Viale destaca como acá están más preocupados por el relato y por politizar e ideologizar un tema de salud público no solo nacional sino universal, te militan la vacuna que es algo para todos y debería no tener carga política.
Acá la gente quiere un programa de vacunación sin la carga de odio de la grieta, venimos de estar un 2020 rodeado de muerte, sin vida, sin juntadas, todo trágico, todo sufrimiento y a la gente le alcanza con recuperar su vida de antes.
Un regreso a la etapa de normalidad, de ir a trabajar a la oficina, que haya escuelas, ver a la familia, juntarse con amigos. Pero a cambio nos prometen dosis de vacunas, nos mienten con la necesidad de dar alguna buena noticia que este gobierno kuka no tiene.