Parece que ya hasta los propios ven perdedores al clan Kirchner y sus acólitos que empiezan a abandonar el barco. Por eso, Feinmann dice que el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, es un garrochista que pasa de ser el “más kirchnerista” de todos a hacer salto en garrocha para escaparse de la derrota que se huele.
Los barones del conurbano están dándose cuenta que el barco se hunde y todas las ratas están escapándose. Algo parecido le pasa a Milagro Sala, que defendía a este gobierno de inútiles con todo, y ahora se siente defraudada. Se ve que como no la sacaron de la cárcel sale a despegarse.
La dupla presidencial se está quedando sola, les quedan los más fieles, los que viven de la mano corrupta de los líderes, porque la mayoría se está yendo porque ve la derrota a la vista. El cachetazo puede ser peor en noviembre de lo que fue en septiembre, y los patrones del conurbano están preocupados.
Lo mismo pasa con los Ceos de la pobreza que están preocupados porque sus acólitos se vayan y no puedan seguir haciendo guita con la plata de los pobres. Así que tienen que cuidar el rebaño y se hacen los enojados. De paso, hasta por ahí ligan algún negocito más por abajo para mantener a la tropa tranquila.
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