La impunidad tiene un límite, y Samid lo cruzó sin medir las consecuencias, y tras el repudio que sufrió en un restaurant, dónde, además de ser insultado fue filmado mientras comía tranquilamente cuando tenía que estar en prisión domiciliaria, ahora es posible que lo vuelvan a meter en cana.
Es tal el grado de impunidad que creen tener los kukas, y sus amigos, que consideran que pueden hacer lo que les plazca sin que nada suceda. Pero sacarse la tobillera, por más que te llames Samid, siempre hay consecuencias, y ahora la justicia evalúa que tenga que volver a la cárcel por desobedecer la orden judicial.
Igual es tal el desastre que hay en la justicia que parece que nadie monitorea nada, porque debería haber alertado de que el impune y chorro de Samid se había sacado la tobillera. Pero en Peronia cada uno hace lo que quiere, hasta que llega a los medios y no pueden esconderlo.
Si esto pasa con Samid, como dice Tato young, que pasará con los otros 1000 presos con tobilleras a los que nadie controla y que no son mediáticos. Estamos a merced de delincuentes, avalados por el partido gobernante, y a nadie parece importarle. Mientras tanto, nosotros encerraditos en casa, no sea que tío alberso se enoje.
También te puede interesar: