Carteles que ponen los puesteros o comercios que muestran la realidad de un Gobierno que venía a llenar la parrila y las heladeras, a poner del pie al país, en tiempo record fundió a miles de comerciantes.
Son un mal ejemplo por donde se los mire, vienen las delegaciones del Presidente del exterior y ninguno hace la cuarentena correspondiente porque ellos son distintos, superiores y esenciales.
Eso sí el laburante que lleva el plato de morfi a su casa, no es esencial, se tiene que quedar en su casa, cerrar y ca#arse de hambre. Esto cae mal a la gente, se harta de este trato diferencial.
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