Baby modo dios contra el gobierno
Mapuches en Mascardi, planeros en Guernica y tantos otros lugares del conurbano, y el gobierno no encuentra ningún tipo de solución. En el sur llegaron incluso al secuestro de una familia que no se podía mover de su campo porque estaba tomado por encapuchados que se arrogaron la propiedad de un campo que no les pertenecía.
Estamos en un país que los que trabajan se tienen que encerrar mientras los delincuentes están armados. Así lo vive una familia en el sur, que no puede ni salir de su casa, e incluso tienen que estar protegidos por las fuerzas de seguridad. Una locura.
El estado, al que tanto veneran los k, se ha vuelto inútil para responder ante situaciones en las cuales deberían tener acciones concretas y sin dilaciones, y cualquier persona se puede arrogar derechos ante la mirada impasible y pasiva de funcionarios que no saben que hacer frente a la ilegalidad. Un estado así no sirve para nada.
Por eso Baby está re caliente, porque ve que hay una connivencia inmoral entre delincuentes y políticos para avanzar sobre la propiedad privada de los argentinos, ya sea en el sur con la excusa del indigenismo, como en Guernica con la excusa de la pobreza, pero la realidad es que son políticas orquestadas desde el poder para generar un negocio que, por lo pronto, se aparece como bastante turbio.
Sectores del gobierno utilizan excusas para usurpar tierras, escudándose en derechos de minorías o de necesidades sociales. Este tipo de acciones son propias de grupos de izquierda más propensos a hacer negocios y política que a preocuparse por los sectores a los que dicen representar.
Argentina tiene que encontrar un camino que la devuelva a la razonabilidad, al camino de la paz y del crecimiento. Por ahora siguen ganando los violentos de la Cámpora y Grabois, pero es momento de que esto empiece a cambiar.
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