Grabois, el líder piquetero que toma tierras y maneja millones de pesos de los pobres, viajó a Colombia para observar los derechos humanos. No lo dejaron entrar y se tuvo que volver con el rabo entre las patas. Lo gracioso es que este tipejo habla de los derechos humanos en un país, pero no dice nada de lo que sucede en Venezuela.
Solo en Argentina estos tipos se hacen los locos, porque afuera quiso hacer lo mismo y lo pusieron en un avión de vuelta. Somos un país sin ley, donde estos tipos hacen lo que quieren, pero en el resto del continente no se bancan a los guapos de oficina como este piquetero que un funcionario de base lo hizo regresar al país.
Es hora de que veamos el ejemplo de los países vecinos y empecemos a poner freno a estos nenes de clase alta, verdaderos CEOS de la pobreza que manejan millones de pesos de los argentinos, y los pongamos en su lugar, sin dejarnos amedrentar como lo hizo la funcionaria de migraciones de Colombia, a la que el apriete del piquetero no pudo doblegar.
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