Eduardo y Joni se matan de risa con las pavadas que dice el títere, entre las cosas que llego a decir fue “conocí más canallas heterosexuales que homosexuales”, y como dice Feinmann, lo hace para quedar bien con la audiencia, se pinta del color que sea para quedar bien, y le dice a cada uno lo que quiere oír.
Lo más gracioso es que además el títere es una especie de Calígula tercermundista, por eso el perro del presidente, “Dylan” postea en las redes sociales como si leyera y hablara para hacer un descargo sobre el tema que viene dando vueltas de que nombraron al entrenador del perro en el ministerio de seguridad.
Se ve que Cerrutti no es una buena vocera por eso lo mandan al perro a desmentir las macanas que hace el propio presidente. Como dice Eduardo, no nos extinguimos de casualidad con políticos que son realmente impresentables. Tanto es así que llegó hasta a llevar al perro a Chapadmalal en helicóptero.
El tema de Dylan ya roza lo bizarro, en un país gobernado por mentirosos, psicópatas y corruptos, capaces de hacer y decir cualquier cosa con tal de salir bien parados de toda la mugre que los rodea. Lo del presidente, haciendo un posteo del perro es realmente digno de una película de comedia de Hollywood al estilo “el dictador”, y revela hasta que punto estamos gobernados por gente mentalmente insana.
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