El gobernador que se recibió sin leer un libro tampoco aprendió a sacar promedios ni en el secundario. Y lo peor es que, como dice Feinmann, fue ministro de economía del país, lo que habla a las claras de la deficiencia que tenemos en nuestros dirigentes. Por eso es importante que la escuela no este cerrado o vamos a seguir teniendo políticos como estos.
Kicillof se entierra sólo, no necesita ayuda, cada vez que habla dice una barrabasada tras otra. Y encima como gobernador es pésimo, está a cargo de la provincia en dónde el coronavirus hizo los mayores estragos por la ineficiencia de un gobierno que a lo único que se dedica es a tratar de que zafé la kris de ir en cana, aunque también se dedican a hacer negociados en el tiempo que les queda libre.
Kicillof es un burro, y es el mejor ejemplo de que necesitamos que las escuelas sigan abiertas y garantizando educación a los chicos. Tienen por delante levantar de las cenizas un país destrozado por políticos inescrupulosos que lo único que han hecho es generar más pobres mientras se llenaban los bolsillos.
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