Te muestra la sobreactuación de la kuarentena del gobierno
Con la firmeza a que nos tiene acostumbrados Feinmann, indica que el gobierno no tiene una hoja de ruta y por eso no declara cómo nos van a dejar empezar a trabajar.
El distanciamiento social y obligatorio hoy ya es una estupidez.
Los gremios, por otra parte, no aceptan que los edificios se abran porque no tienen ganas de laburar.