Ginés González se quiso hacer el ciudadano común y fue a comer a un restaurant de Puerto Madero y la gente que allí se encontraba decidió, espontáneamente, repudiarlo con insultos y cantitos. A diferencia de los escraches que organizaba el gobierno contra el domicilio de personas a las que consideraba “indeseables”, acá la reacción fue total y espontánea contra una sociedad que se siente estafada.
Últimamente les esta pasando seguido a los funcionarios del kirchnerismo no poder andar por la calle, sobre todo porque se mueven por lugares muy exclusivos, bastante alejados de sus bases sociales nac&pop, y ahí no tienen la cobertura de gremialistas, piqueteros o militantes, y la gente común aprovecha y se descarga.
A diferencia de ellos que agreden a todos, la gente sólo lo insulto y nada más, no hubo violencia física, a pesar de de que Máximo k, dirigente de la Cámpora y heredero del clan, haya dicho que los medios generan odio contra ellos y por eso balearon a un diputado en Corrientes.
Pero la realidad es otra, la gente tiene bronca, se siente estafada, pero a diferencia del peronismo no es salvaje e impune, y si bien hace sentir su bronca, esto no se traduce en lastimar físicamente a nadie, sino en un repudio a figuras que le han hecho mucho daño al país.
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