La gente salió a las calles a protestar con cacerolazos y bocinazos frente a la quinta de Olivos, más que nada familias, reclamando las clases presenciales, porque existe el temor de que esto no sea por unos días nada más.
Realmente haberse metido con la presencialidad de las clases fue atravesar al conjunto de la sociedad, pocas horas antes del DNU de Alberso Trotta y Vizzotti habían afirmado que las clases no se tocaban.
Trotta si tiene algo de palabra y de cara debe presentar su renuncia, porque al ser peronista de CABA es del círculo de confianza de Alberso y quedó ayer dibujado al óleo.
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