El gobierno sigue en la pavada porque no puede parar la inflación y ve cómo se les escapan las elecciones entre los dedos. Y cada medida que toman es peor que la anterior. Siguen con las restricciones las exportaciones de carne, pero los precios no dejan de subir.
Está cada vez más claro que al gobierno no le interesa generar ni trabajo ni inversión, ni producción, sino repartir planes, el relato para la militancia y el salvataje de Cristina y su clan. Por eso Etchevehere se calienta, porque el ambiente en el campo está caldeado y eso trae aún más incertidumbre.
Cerraron la salida de carne, y el precio subió 6%, se enojan con los productores, pero no bajan el déficit fiscal, reparte guita, y los precios ya no son algo fijo, sino que depende si hay o no mercadería para vender, o si los empresarios prefieren vender a tan bajos precios.
La única política en materia económica del kirchnerismo parecen ser las restricciones y el cupo, sea para carne, dólares, tarifas, etc., pero no logran frenar los verdaderos problemas que tiene la gente y el país. Han logrado que los productores estén calientes porque les cuesta ganar mercados, y una vez logrado, el mismo gobierno es el encargado de dinamitar esos negocios.
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