Las empresas argentinas valen menos que el peso, y ahora empezaron a repuntar por la derrota del kirchnerismo. Esperan que la derrota electoral traiga cambios lo suficientemente profundos para que las inversiones puedan llegar.
El kirchnerismo se ha valido de atacar al capitalismo para conquistar a sector de izquierda, y la derrota de hoy desnuda no sólo lo torpe de la estrategia, sino que el país es un abismo porque nadie quiere venir a poner un sope acá. Por eso van a tener que hacer un cambio para no chocarla en dos meses.
El mercado espera que el kirchnerismo entienda que hay que abrirse al mundo y que las reglas del juego cambien lo suficiente para que el clima de negocios sea propicio para el crecimiento económico. Lo importante es saber que hará el kirchnerismo, porque es un misterio si profundizará la tontería o cambiará la estrategia.
Siempre todo cambio puede provocar cimbronazos internos, habrá que ver hasta donde son capaces de ir para mantener el poder. Este discurso ya no les sirve, el relato se acabo, así que ahora tienen que ponerse las pilas para hacer algo distinto sino están jodidos.
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